Una microboda, tendencia actualmente en auge, consiste en una ceremonia en la que únicamente participan los novios y la persona que los casa; o hasta un máximo de cincuenta personas. A partir de este número pasaría a considerarse una boda convencional. Es lo que hasta ahora venía llamándose boda con pocos invitados, y en la que al fotógrafo profesional siempre se le pedía una rebaja por esta circunstancia.
Cuando solo intervienen tres personas es muy difícil que los novios cuenten con un fotógrafo profesional para que haga el reportaje de boda; las posibilidades aumentan cuando crece el número de invitados. Aunque ni cuando se trata de contratar un fotógrafo de bodas barato se puede tener todas consigo de que se lleve a término.
La pandemia de la covid-19 ha hecho aumentar que las parejas decidan casarse mediante la microboda, lo que la ha convertido en una tendencia en auge durante los últimos años; y se prevé que este tipo de celebración siga creciendo este año.
Por ello hay fotógrafos profesionales que ofrecen tarifas muy económicas para intentar que les encarguen capturar los momentos más significativos del enlace. Pero hay un límite. Llega un momento en que un fotógrafo de bodas, que ya sea barato de por sí, no puede disminuir su tarifa porque perdería dinero.
La microboda también es una tendencia en auge porque a menudo tiene lugar en el extranjero; en un destino lejano que los contrayentes desean conocer. Esta circunstancia también suele implicar que el círculo de invitados se reduzca: no todo el mundo tiene capacidad económica para desplazarse. Y que, en alguno de estos destinos, sea muy fácil encontrar un fotógrafo de bodas barato, y profesional cualificado.
Hay varios tipos
Otro tipo de microboda, de tendencia en auge, es el que se celebra cerca del lugar habitual de residencia pero en algún lugar recóndito o exótico.