Tenéis que organizar vuestra boda para disfrutar de ella. No solo cuando se esté celebrando, porque en esos momentos habrá demasiadas cosas que se os escapen, sino después. ¿Cómo podéis disfrutar de algo que ya ha pasado? Es muy sencillo si habéis hecho bien las cosas durante la preparación de la boda. Si habéis contratado un fotógrafo profesional para que inmortalizara todo lo que sucediera ese día.
En ese caso, dispondréis de una colección de fotografías que reflejen paso a paso, sentimiento a sentimiento, anécdota a anécdota lo que sucedió el día de vuestro enlace matrimonial. Tanto si habéis elegido que el fotógrafo profesional os las entregara en un álbum de bodas o en un pendrive, que resultaba más barato.
Porque al organizar vuestra boda no debéis pensar tan solo en ese día sino también para poder disfrutar después de todo lo vivido. Hoy en día se lleva mucho eso de contratar a alguien que te organiza todo. Lo suelen llamar “wedding planner”, algo sonoro y esnob. El recurrir a esta figura os puede aliviar y evitar gestiones y búsquedas, pero tiene sus inconvenientes.
Un organizador profesional trabaja siempre con unos colaboradores fijos, de los cuales puede que más de uno no resulten de vuestro gusto. A parte de que contratando un organizador eleváis lo que os va a costar la boda sin necesidad.
En cuanto a la fotografía y el vídeo de boda, que es la parte que me compete, os diré los inconvenientes. Los organizadores trabajan siempre con fotógrafos profesionales, pero puede que su estilo fotográfico no sea el que a vosotros os gusta. Además, por vuestra cuenta seguramente encontraríais un fotógrafo profesional de bodas más barato que se ajustara a vuestros gustos. Consiste en echarle tiempo visionando páginas de fotógrafos profesionales de bodas.
Considero que organizar vuestra boda personalmente os resultará ventajoso para disfrutar de ella y controlar los gastos.