La primera de las cosas sobre bodas que nos ha enseñado la pandemia es que es una bendición poder juntarse con toda la familia y los amigos para celebrar un enlace. Da igual que sea una boda civil o un enlace matrimonial religioso. Eso es lo de menos. Lo realmente importante es poder estar todos juntos. A menudo veces solo llegas a apreciar lo mejor de la vida cuando no puedes disfrutarlo.
Durante estos últimos meses, tanto los fotógrafos profesionales de bodas como las parejas que se querían casar hemos sufrido mucho; sobre todo por no poder hacer lo que más deseábamos. El fotógrafo profesional, además, porque es su medio de vida. Y las parejas, porque muchas se quedaron con las ganas de poder empezar su nueva forma de vida.
Otra de las cosas sobre bodas que deberíamos haber aprendido en pandemia es que los reportajes los tiene que hacer siempre un fotógrafo profesional de bodas, aunque sea barato; lo de menos es su tarifa. Lo que hay que valorar siempre es la calidad de su trabajo. Si esta no es una de las cosas que habéis aprendido sobre los reportajes de bodas durante esta pandemia solo puede ser por dos cosas:
– Que no queráis casaros pronto
– Que no hayáis aprovechado el tiempo
Una explicación distinta no tendría sentido. Porque si tenéis mucho dinero y no buscáis un fotógrafo de bodas barato, con mayor motivo os digo que no habéis aprendido nada en esta pandemia si no buscáis un profesional. Bueno, a no ser que un familiar se dedique profesionalmente a ello. O un amigo, es igual.
La segunda de las cosas más importantes sobre bodas que se aprende es ésa: hay que contratar a un profesional para que haga el reportaje. De eso os pueden hablar las parejas que se han casado mientras el número de asistentes permitido era reducido y le encargaron hacer las fotografías a uno de ellos. Preguntar, preguntar…
