Es el momento: regalaos la boda que os merecéis. Es lo que procede después de todo lo que hemos sufrido durante casi dos años. Recordad las veces que habéis estado pensando en casaros pero no os habéis decidido; por muchos motivos:
– Las restricciones sanitarias impedían que asistieran todos los invitados que queríais.
– Dudabais no fuera a empeorar la situación sanitaria y prohibieran las bodas
– Estabais en ERTE y no sabíais qué pasaría más adelante
– No teníais ni para contratar a un fotógrafo de bodas barato
– Las comunidades autónomas estaban cerradas y no podía venir toda la familia.
Aunque todavía no hayamos salido de la pandemia, la situación ha mejorado. Bastante. Es el momento de que os regaléis la boda que os merecéis.
Probablemente ya se hayan despejado vuestras dudas económicas y de organización. Estéis comprobando que la situación os permite celebrar vuestra boda como siempre quisisteis hacerlo; que no vaya a faltar ningún invitado. Hayáis hablado con la iglesia o reservado una fecha en el ayuntamiento. Y podáis empezar a buscar un fotógrafo profesional para el reportaje de boda, aunque sea barato.
Lo de que las fotos las haga un familiar ya nadie lo tiene en consideración. A estas alturas ha quedado claro que acarrea una pérdida de calidad y acaba en arrepentimiento. Debéis contratar un profesional para el reportaje de la boda que os merecéis.
De calidad y con tarifas ajustadas. En Internet y las redes sociales hay infinidad de páginas web de fotógrafos profesionales de boda. Solo tenéis que ir visionándolas para seleccionar los fotógrafos que más se ajustan a vuestros gustos y pretensiones.
El siguiente paso sería quedar con el fotógrafo profesional elegido para comprobar la calidad de su trabajo físicamente, en álbum o muestrario. Internet puede ser engañoso. El trabajo de los fotógrafos de boda hay que verlo en papel, tocarlo