Quizá pudiera pensarse que no hay diferencia entre un reportaje de boda COVID y los de toda la vida. Sí la hay; y bastante. Aunque en muchas de las fotografías que se consigan ese día tan señalado no lo parezca.
No queda reflejado en el reportaje de una boda COVID que durante bastante tiempo de la jornada los asistentes permanecen con mascarilla y guardando la distancia de seguridad recomendada. Porque, como en el ejemplo, los recién casados posan sin mascarillas. Es lógico si ya vivían juntos. O si lo van a hacer a partir de su enlace matrimonial.
El fotógrafo profesional, como todos los invitados, han de cumplir las normas y guardar las distancias –y lo hacemos todos, el fotógrafo de bodas barato también-, pero en los momentos cruciales está permitido que la pareja se quite las mascarillas para hacerse la foto de rigor. Sobre todo en los momentos clásicos.
Tanto en el reportaje de una boda COVID que se desarrolle en iglesia como en Junta Municipal, todo el mundo ha de llevar mascarilla y guardar las distancias. Esto, que puede parecer un contratiempo hoy, será lo que dé el toque de singularidad a esa colección de fotografías de boda dentro de unos años. El fotógrafo profesional de boda sabe en cada momento qué ha de hacer. Su mayor interés es ofrecer un poco de todo lo anteriormente citado; en su justo momento. Y que la pareja quede satisfecha de lo bien que ha hecho su trabajo ese fotógrafo de bodas barato que contrataron. Que sienta que todo el tiempo que pasaron revisando los porfolios de fotógrafos profesionales mereció la pena.
A modo de conclusión
Por lo dicho anteriormente podéis estar tranquilos de que un reportaje de boda COVID se va a diferenciar solo lo estrictamente necesario del de una boda clásica. De eso se encarga el fotógrafo profesional, con experiencia y oficio adquiridos a lo largo de los años.