Es muy frecuente que cuando te llaman o escriben para solicitar un presupuesto de un reportaje de boda con pocos invitados añadan la coletilla: “Son muy pocos invitados, ¿será más barato, no?”
Pues… algo más barato de lo que suelo cobrar por hacer fotografías de boda con doscientos invitados, pero muchas veces no tanto como las expectativas de rebaja que se han hecho los novios. ¿Por qué? Por varias razones que son muy fáciles de comprender.
Un fotógrafo profesional, como su propio nombre indica, se dedica a esta actividad, vive de ella y tiene una serie de gastos fijos que no varían sea un reportaje de boda con pocos o muchos invitados: impuestos, transporte, horas de trabajo, uso y desgaste del equipo…
El cuñao apañado que te hace un reportaje de boda barato tiene su trabajo de lunes a viernes y el fin de semana lo puede dedicar a su reciente afición fotográfica sin pensar en gastos o desgaste de su equipo fotográfico. Sale a distraerse y de paso se gana un dinerillo le salgan mejor o peor las fotografías.
Sin embargo los fotógrafos profesionales garantizan un trabajo de calidad debido a su experiencia contrastada a lo largo de años y el reservar una fecha para un reportaje de boda con pocos invitados les supone renunciar a otro que les pueda salir más adelante con el que ganarían más dinero, de ahí que la rebaja no pueda ser muy grande ya que la ventaja para él no es tal.
Me explico: va a emplear las mismas horas de trabajo en un reportaje de boda con pocos invitados que en otro con muchos, por lo que todo el dinero que cobre de menos lo está perdiendo. Y nadie le gusta perder tiempo y dinero cuando trabaja. Al que lo hace por afición le da igual.
En el caso de que sea un fotógrafo de bodas barato ya de por sí, todavía cuenta con menos margen para poder reducir el precio del reportaje de boda.
A un fotógrafo profesional le favorece que en la boda haya pocos invitados porque quedará demostrada su valía. No por otra cosa.
Cuando hay muchos invitados en una boda, el fotógrafo aficionado tiene más posibilidades de salir airoso de la osadía de hacer fotografía de boda porque dispone de muchas personas a las que fotografiar, con lo que puede disimular más fácilmente sus carencias como fotógrafo al entregar muchas fotografías.
Sin embargo, cuando en una boda hay pocos invitados hay que saber buscar puntos de vista distintos, detalles y fotografías originales para que el reportaje entregado no canse y resulte aburrido. Hay que echar mano del talento y del oficio, vamos.