La fotografía de actividades rurales puede resultar sorpresiva para las personas que viven en la ciudad. También, apasionante. Cuando el fotógrafo profesional se sumerge en ese mundo lo puede hacer para descubrir un modo de vida que se desarrolla principalmente en lo que hoy en día se llama la España vaciada. O para darlo a conocer y que quede constancia de esta forma de vida.
Depende de la intención del fotógrafo profesional, así será el sector agrícola del que verse el reportaje de fotografía de actividades rurales. Bien sea de agricultura, bien de ganadería o de la actividad que fuere, aparte del oficio, los fotógrafos profesionales también suelen reflejar la forma de ser de las personas que aparecen en sus imágenes. En la que puede que influyan sus condiciones de vida. Que les condicionen de algún modo; quizá el entorno les haga cambiar su forma de ser a pesar de que hoy en día se hable a menudo de la mundialización y de la aldea global.
Puede resultar curioso y quedar reflejado en la fotografía de actividades rurales que lo anteriormente expuesto exista, además de una vida anclada en las costumbres tradicionales. Me refiero a la forma de vida tradicional rural, muchas veces debida a la hora y modo en que ha de realizarse.
Un buen trabajo del fotógrafo profesional sería estudiar a fondo en qué modo se dan éstas. Es decir, las costumbres adquiridas por la llamada globalización y las que pervivan de la forma tradicional de vida rural. Porque lo que es indudable e irrebatible es el cambio producido en el medio rural desde finales del siglo XX.
Un ejemplo
La fotografía de actividades rurales debe reflejar las formas de vida desde todos los ángulos. Así como muestra la imagen de este artículo, en la que se ve la vida tradicional (el tractor) con el ocio deportivo derivado de la globalización.
