Aunque os pueda sorprender, soy un fotógrafo profesional de bodas invisible y barato. Por varios motivos:
– Primero, y más importante, por la manera de hacer las fotografías durante algunos momentos de las bodas. Que es simplemente como toda la vida se ha llamado al profesional que toma instantáneas que pareciera que no las hubiera hecho un fotógrafo, por eso se le llama invisible o ausente; es decir, que todos los retratados están atentos a otra cosa, como si allí no hubiera un fotógrafo apuntándolos con una cámara. Un ejemplo claro de fotógrafo profesional ausente o invisible muy famoso es Françec Català-Roca, aunque no sea famoso por sus reportajes de bodas ni por ser barato.
– Segundo, y afortunadamente circunstancial, porque hay días en los que me uno al grupo de los fotógrafos profesionales que no están en las primeras posiciones de las búsquedas en Internet. Afortunadamente no ocurre demasiado a menudo.
Para ser un fotógrafo de bodas invisible cuando se trabaja no hacer falta esconderse. No. La cuestión estriba en saber pasar desapercibido; aun con una cámara en la mano. El truco consiste en ser discreto y no moverse bruscamente. Para no llamar la atención de los invitados cuando no conviene. Un fotógrafo profesional de bodas experimentado acaba sabiendo cómo moverse. Ser cauteloso. Y no solo para conseguir una instantánea. Si consigue transformarse en fotógrafo invisible puede conseguir hacer hasta una serie de instantáneas.
Evidentemente durante mis reportajes de bodas no siempre actúo como fotógrafo ausente, pues hay momentos en que el profesional tiene que colocar a un grupo o tomar las fotografías del lanzamiento del arroz. Más complejo ya es ser un fotógrafo invisible de bodas que además sea barato. Pero los hay. Pues ese es mi caso. Para comprobarlo no tienes más que echar un vistazo a mi trabajo.