Estampas de Madrid (0100)
El Café Comercial de Madrid tiene más de un siglo de existencia. Se inauguró en 1887 en un edificio de nueva construcción en el número 7 de la Glorieta de Bilbao madrileña. Su primer propietario sería Antonio Gómez Fernández, quien lo compró poco tiempo después de acabadas las obras de adaptación para esa actividad. Lo renombró como Gran Café Comercial y empezó a ofrecer conciertos de tríos de cuerda.
Tras varios cambios de propietarios, se siguieron manteniendo los conciertos con el añadido de la reproducción musical por gramófono. También se instalaría un billar en la planta superior, que se solía alquilar para banquetes; y se fundaría un club de ajedrez. Un dato interesante es que durante la Guerra Civil el Café Comercial fue gestionado por sus trabajadores. A principios de la década de 1950 se produjo una gran renovación del establecimiento, incluyendo su decoración.
Desde su apertura, el Café Comercial fue lugar predilecto para celebrar tertulias y fundar peñas de todo tipo. Congregó a escritores, poetas, cineastas y dramaturgos con asiduidad. Ignacio Aldecoa, Gloria Fuertes, Edgar Neville y Enrique Jardiel Poncela fueron clientes habituales. Había personas del mundo artístico que lo elegían como lugar de trabajo porque les servía de inspiración. Tal fue el caso de Rafael Azcona, escritor y uno de los mejores guionistas que ha tenido el cine español de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI.
No es de extrañar, por tanto, que cualquier fotógrafo profesional inquieto se acercara por allí para conseguir alguna instantánea jugosa, como la de Antonio Machado.
El tiempo parecía estancado en el Café Comercial hasta que cerró en 2015. Este hecho generó incertidumbre sobre en qué se iba a convertir el establecimiento. ¿Acabaría convertido en una franquicia de alguna multinacional de comida rápida?
Las dudas se disiparon el 27 de marzo de 2017. Ese día se abrió el establecimiento reformado. Los transeúntes se detenían intrigados a mirar por sus ventanas para saber en qué se había convertido. Esa curiosa estampa llamó la atención de este fotógrafo profesional. Y decidí capturarla.
