PHotoESPAÑA 2021 ha ofrecido “Después de todo”, la primera exposición desde el fallecimiento de Leopoldo Pomés. En ella se han mostrado las obsesiones que el fotógrafo tuvo a lo largo de su vida y su carrera profesional a través de ochenta y una fotografías; treinta de ellas inéditas.
Se parte de las fotografías que expuso en las Galerías Layetanas en 1955. Éstas imágenes, influidas por el contacto de Leopoldo Pomés con intelectuales y componentes de Dau al Set, causaron un gran impacto en el mundo fotográfico y cultural; para bien y para mal.
A partir de este punto de partida, y estimulado porque su trabajo fotográfico no dejara indiferente a nadie, seguiría explorando sus tendencias obsesivas dentro del mundo de la fotografía. Una de ellas fue su fascinación por las imágenes sin sombra, tendencia que perseguiría tanto en exteriores como en el estudio. Había pasado en poco tiempo de realizar fotografías marcadamente oscuras a buscar y experimentar con la iluminación totalmente opuesta. Este tipo de iluminación la aplicaría también en su trabajo como fotógrafo profesional publicitario.
De este periodo son muy notables las fotografías que tomó en la playa en días nublados
Otra de las obsesiones de Leopoldo Pomés fueron las mujeres. Pero centró su atención y amistad en aquellas que intentaban escapar de las rígidas convenciones sociales de la época. Solo a ellas sería a las que retrataría de forma incansable a lo largo de su vida.
También indagaría sobre la forma y el espacio. Fotografiando edificios, esculturas, ventanas… O lugares en los que mujeres posaban para ser fotografiadas por él. Y paisajes transitados por personas de los que le atraía la atmósfera que encontraba que había en el conjunto de todo ello. En la interacción entre unos y otras. Desde niño, fomentado por su padre, cultivaría su capacidad de observación.
