A menudo no se solicitan sesiones en casa de los novios a los fotógrafos profesionales que se les encargan sus reportajes de boda. Me refiero a las fotografías que se toman en casa de los futuros esposos horas antes de que se celebre la ceremonia. Vistiéndose, maquillándose o interaccionándose con sus familiares más cercanos.
Es un error no contratarlas. Primero, porque las sesiones en casa de los novios apenas aumenta el precio del reportaje; sobre todo si se ha contratado al fotógrafo profesional para que cubra la boda completa. Segundo, siempre merece la pena; aunque solo se quisiera que estuviera tomando fotos durante la ceremonia y en las fotografías en lugar con encanto posteriores. Aunque se haya contratado un fotógrafo profesional de bodas de tarifa elevada en vez barato; da igual, esas imágenes aportaran mucho valor al recuerdo de ese día tan hermoso. Merece la pena pagar el plus que sea.
Cualquier fotógrafo profesional ya curtido en reportajes de boda os lo dirá; y os podréis dar cuenta de ello al contemplar sus muestrarios de boda. Veréis aquella instantánea en la que el novio acaricia afectuosamente la mano de su madre mientras ésta anuda su corbata. O aquella otra en que la novia se despide de sus animales de compañía antes de salir de casa de sus padres.
Estos entrañables recuerdos se hubieran perdido si un fotógrafo de bodas barato no los hubiera capturado. Sí, barato; porque si es profesional no importa que sea barato. Podéis estar seguros de que realizará su trabajo durante las sesiones en casa de los novios con total solvencia. Os lo garantizo.
