Soy un fotógrafo que hago reportajes de boda civil o religiosa; indistintamente. Aunque pudiera parecer que esta circunstancia no es importante, sí lo es. Porque cada una de ellas tiene sus peculiaridades, que solo un fotógrafo profesional conoce de memoria. En ambas resulta imprescindible para no perder ningún detalle de los enlaces matrimoniales conocer al dedillo lo que va a ocurrir en cada una de las ceremonias; para estar preparado en el sitio adecuado y poder captar la mejor instantánea posible.
Esa es la gran diferencia entre un fotógrafo profesional de boda civil o religiosa y un aficionado que hace reportajes de bodas, que aunque sea muy barato no va a colmar vuestras expectativas. Porque un elemento fundamental para conseguir un reportaje de boda que merezca la pena es saber en cada momento dónde tienes que colocarte. Para no molestar; para conseguir el mejor punto de vista desde el que captar la imposición de anillos, las lecturas, las mejores instantáneas…
Que el fotógrafo conozca el desarrollo de la ceremonias de boda civil o religiosa asegura saber en qué momento puede retirarse del templete donde están los novios y los oficiantes para tomar una vista general de la iglesia o el ayuntamiento; y de toda la concurrencia. Fotografía ésta imprescindible en cualquier álbum fotográfico que se pueda llamar como tal. O una panorámica general de la finca en la que se pueda apreciar a todos los asistentes; y la decoración, la naturaleza…
Da lo mismo que se trate de un fotógrafo de bodas barato, al aceptar vuestro encargo se ha comprometido a hacer un buen trabajo. Es su responsabilidad. Por ello debéis tener muy clara vuestra elección antes de contratarlo. Haber visto todos los reportajes fotográficos suyos necesarios para que estéis convencidos de que es un buen fotógrafo profesional de boda civil o religiosa. Y que además tiene buen precio.