Alberto Schommer es conocido y admirado tanto como fotógrafo renovador dentro del grupo AFAL, como profesional que publicaba sus series en periódicos y revistas, y como fotógrafo artístico. PhotoESPAÑA 2020 decidió recordar sus retratos. En concreto los que realizó de personas dedicadas al mundo de la cultura en España. Tales trabajos se remontan a la serie conocida como Retratos Psicológicos, empezada a finales de los años de 1960 hasta 1973. Dada la carencia de libertad de aquella época, Alberto Schommer planteó dichos retratos de forma que la puesta en escena alrededor del retratado mostrara su personalidad y trayectoria. Y evitara posibles problemas con la censura de la época. Eludiendo siempre el relato explícito.
Esta serie de retratos fue apareciendo en el suplemento dominical del diario ABC. Estas imágenes han pasado a ser parte de la memoria iconográfica española. A pesar de que no gustaran a todo el mundo. A veces, incluso no agradaron a los retratados. Por delante del objetivo de Alberto Schommer pasaron genios de la pintura como Dalí y Miró; el escultor Eduardo Chillida; el actor José Luis López Vázquez; el escritor Ramón J, Sender; la cantaora Lola Flores; el dibujante y humorista Antonio Fraguas “Forges”; el director de cine y fotógrafo Carlos Saura, el guitarrista Andrés Segovia…
La segunda serie ofrecida en esta exposición era la denominada Actitudes. Iría publicándola el diario El País desde 1988 hasta 1989. En esta ocasión Alberto Schommer decidió simplificar lo que muestra del retratado. El fotógrafo realiza un primer plano del profesional de la cultura con una única fuente de iluminación. En la exposición de esta segunda serie en el Museo Romántico de Madrid también se pudieron contemplar retratos inéditos realizados por Alberto Schommer en 2000.
Máscaras
La tercera y última serie, Máscaras, posee la característica de que los ojos de todos los retratados están en sombra. De ahí el nombre con el que se la conoce. Se mostraban todos los retratos en una pared, sin marcos ni cristales y unos junto a otros. Es la apuesta más original y arriesgada del fotógrafo, donde cada persona que aparece, independientemente de la actividad profesional a la que se dedica, posee la cualidad de ser un intelectual.
