Antártida negra, trabajo de Adriana Lestido, pudo verse en la edición de este año de PhotoESPAÑA. La acogió Casa de América, sita en la calle Marqués de Duero número 2 de Madrid. En anteriores ediciones ya fue una de las sedes del festival.
La intención era buscar el blanco absoluto, pero el azar y las adversidades con las que se encontró Adriana Lestido al llegar a la Antártida la obligaron a tener que montar su base de operaciones en un lugar muy distinto al previsto. Allí el paisaje era negro y gris. Tan solo la frecuente bruma casi constante era blanca. Pero era eso o nada.
En los proyectos artísticos suele ocurrir muy frecuentemente que la realidad manda al traste toda la preparación y organización previas. Más si el proyecto implica viajar a lugares lejanos en los que dispones únicamente de los días establecidos con meses de antelación para trabajar. Así las cosas, la fotógrafa tuvo que desistir de su intención original e inventar un nuevo proyecto adaptado a las circunstancias, como a menudo le ocurre a todo profesional. Y así nació Antártida negra.
Más circunstancias adversas surgirían durante la estancia de Adriana Lestido en aquella zona de la Antártica en la que no tenía previsto tener que trabajar. Tales como la humedad y la condensación que puede estropear las lentes de las cámaras; los repliegues a la base cuando las condiciones climatológicas anunciaban peligro…
Sin embargo, aparte de pingüinos y bruma consiguió radiografiar el paisaje, el frío, y transmitir las sensaciones que sintió allí. La fotógrafa, más allá del trabajo estrictamente profesional, consigue una obra artística destacable a pesar de las enormes adversidades.
Y lo logra utilizando el único elemento del que dispone: la naturaleza. El paisaje: las montañas negras, el mar…; la climatología: la lluvia, la nieve, el viento; y los escasos seres vivos: las aves, los grupos de pingüinos…