Cinco proyectos de Juan Valbuena se han estado mostrando bajo este título dentro de PHotoEspaña 2020. En concreto, en la sala Canal de Isabel II (calle de Santa Engracia de Madrid), donde se pudieron contemplar hasta el 15 de noviembre.
La formación universitaria de Juan Valbuena estuvo muy alejada de la de fotógrafo, siendo la de físico teórico, cuya dedicación profesional abandonaría muy pronto. Se puede calificar el tipo de fotografía que realiza como documental, aunque bastante alejada de los planteamientos más convencionales de esta categoría. Su pertenencia al colectivo Nophoto ya da una buena pista sobre ello.
Su proyecto Salitre, que se pudo disfrutar en uno de los pisos de la antigua torre de agua, es una buena muestra de su forma de entender el trabajo de fotógrafo como testigo condensador. En él se sirve abundantemente de fotografías personales y de los relatos escritos de puño y letra por los doce senegaleses que conviven en un apartamento del madrileño barrio de Lavapiés para construir el relato y comprender sus anteriores vidas personales y su convivencia actual dentro de un espacio físico tan reducido. Cada relato personal está separado del siguiente por verticales telas amarillas; como si fueran compartimentos estancos aunque adyacentes.
Relativo a la memoria personal del fotógrafo y de su origen se pudo ver Un Lugar de la Mancha, que es un recorrido por un original álbum familiar donde Juan Valbuena muestra momentos familiares y de la dedicación profesional de sus antepasados y descendientes.
Un mismo planteamiento
Desde la planta baja, que acogía su serie Dalind (sobre la vida en los alrededores del Campo de Gibraltar y su último trabajo todavía inédito) hasta Noray, el visitante experimentaba las fotografías que Juan Valbuena compartía con él. Y, de esta forma, sus imágenes adquieren todo su significado cuando el espectador abre sus mapas y los interpreta.