Eso es lo que dice en mi tarjeta de presentación: Fotógrafo barato de bodas, algo que en Madrid ya saben de sobra. Aunque también me desplazo a cualquier otro punto del Estado donde estén interesados en contratarme. Todo ello con un mínimo incremento en mis tarifas debido al desplazamiento. En las provincias limítrofes a la Comunidad de Madrid tienen la ventaja de que no aplico incremento por desplazamiento.
En todos mis reportajes de boda doy lo mejor de mí; porque una de mis características es que siempre algo personalmente el trabajo cuando me contratan; nunca lo dejo en manos de fotógrafos que estén empezando. Si bien hay ocasiones en las que tengo que ir acompañado de otro fotógrafo profesional, pues las características del enlace así lo requieren: Muchos invitados, lugares de celebración muy amplios en los que
El hecho de ser un fotógrafo barato hace que las parejas dispongan de más dinero en sus bodas para contratar otros servicios como limusina o coche de caballos que les lleven al banquete después de la ceremonia. Otra opción es contratarme también el reportaje de vídeo, para el que cuento con fotógrafos profesionales muy cualificados en grabar y editar bodas. Siempre, coordinados por mí.
Mis más de veinticinco años de experiencia como fotógrafo profesional avalan mis conocimientos en esta faceta de fotografías de boda naturales. Sin embargo, siempre es recomendable que las parejas dediquen tiempo suficiente a revisar pacientemente los porfolios e incluso los muestrarios de álbumes de los fotógrafos profesionales de boda cuyos trabajos más os hayan interesado.
La calidad de las fotografías colgadas en Internet puede ser engañosa. Solo la visualización de las imágenes en papel de buen tamaño da idea de la calidad real: rango dinámico, nitidez, calidez, acabado… Conviene contemplarlas presencialmente y tocarlas físicamente.
Tampoco debéis engañaros pensando que la calidad viene determinada por la tarifa del fotógrafo que el reportaje. No siempre. Ser un fotógrafo barato de bodas no es sinónimo de fotógrafo mediocre o de baja calidad. Ni mucho menos.
Podéis comprobarlo cuando queráis.