Cada vez se da más el caso de que las parejas quieran tener un forillo o fotocol para poder hacer fotografía antes o después del convite de la boda.
En algunos casos el fotocol para la boda se lo encargan y lo monta el restaurante o finca donde se realiza el convite; en otros, el fotógrafo profesional. También hay ocasiones en que lo confeccionan de forma casera la propia pareja que se casa o sus amigos y familiares y lo llevan al lugar del convite, donde lo colocan en algún rincón.
Como fotógrafo de bodas barato se me ha dado el caso en más de una ocasión. Ellos lo preparan y yo fotografío a los recién casados y al resto de invitados. Siempre hay buenas fotografías y alguna situación inesperada que se sale de lo ordinario.
Lo malo de que lo prepare la pareja por sí misma es que nunca piensan en la iluminación que necesita todo fotocol de boda. Sobre todo si se monta en interior o de noche. A veces hasta no avisan al fotógrafo de boda de que se va a dar esta circunstancia, por lo que el profesional se tiene que buscar un recurso para resolver esta circunstancia de la boda con la que no contaba.
La experiencia ayuda
A un fotógrafo de bodas barato experimentado sabe cómo salir airoso de estos aprietos en los que le ponen. La experiencia es un grado.
Si hay luz natural a esa hora el reto es mínimo. Si no, unas veces se puede montar el fotocol de boda en la zona con encanto donde se hacen fotografías de la pareja sola, que suele estar bien iluminada y solo necesitará algún refuerzo. (Se suele decir que fotógrafo de bodas barato precavido vale por dos, lo que se cumple en mi caso ya que suelo llevar refuerzo de iluminación por lo que pueda surgir).
En las situaciones más adversas se echa mano de recurso que te ha dado la experiencia.
Tal fue el caso de la fotografía que ilustra este artículo, en la que salen las damas de honor de la boda. No sabía que fuera a haber fotocol de boda ese día y está hecha de noche en un rincón del salón donde se celebró el convite de la boda. La luz de la estancia estaba formada por fuentes de iluminación de muy diferentes temperaturas de color y el colorido chillón de la decoración no ayudaba demasiado. Aun así, las fotografías tomadas en el fotocol casero de la boda quedaron bastante presentables.
Después de hacerlas, los invitados pasarían a un animado baile de celebración durante el que a este fotógrafo barato de boda le ofrecerían interesantes imágenes que capturar.