Me caracterizo por ser un fotógrafo profesional barato que abarco varias modalidades fotográficas como son los reportajes de eventos sociales, la fotografía de estudio o los reportajes de boda. Y realizo todas estas disciplinas en Madrid y en cualquier población peninsular con la misma característica: ofrecer un precio económico por mi trabajo.
No ofrezco gangas ni falsas ofertas para engatusar de cualquier forma a los clientes. Se trata simplemente de que ajusto lo máximo posible el precio, lo que no significa que regale mi trabajo a precios irrisorios, porque el desarrollo de mi actividad me genera unos gastos e inversiones que debo afrontar cada mes.
Un fotógrafo que emplea como estrategia comercial el anunciar unas tarifas que va rebajando según va tanteando al cliente es poco profesional, y además no es barato; sólo es poco serio y nada fiable. Nada más.
Mis precios son económicos pero fijos, porque no puedo cobrar menos por mi trabajo. La estrategia de la oferta permanente a la baja según avanza la conversación quizá siga funcionando en estos tiempos difíciles, pero a la larga le sale cara al cliente.
Por otro lado, sé que hay personas que buscan fotógrafos a los que los precios económicos, de entrada, les producen desconfianza. Bueno, hoy en día tienen una sencilla manera de comprobar la calidad de cualquier fotógrafo ya que todos publicamos en redes sociales y, sobre todo, tenemos página web donde se puede apreciar y valorar nuestro trabajo y hacer la comparativa calidad-precio.
Eso sí, lo que nadie puede pretender es conseguir que un fotógrafo profesional barato haga un buen trabajo por un precio ridículo con el que pierda dinero. Los chollos en fotografía no existen porque trabajamos con equipos costosos y delicados que hay que mantener en buen estado de conservación y tienen vida limitada. Su uso disminuye su vida y su valor; y reponer el equipo fotográfico es una inversión elevada.
Además está el tiempo que tienen que emplear los fotógrafos profesionales en la posproducción y acabado de las fotografías tomadas antes de entregárselas al cliente. Otro día hablaremos de qué se paga al encargar un reportaje fotográfico.