El título de este artículo, fotografía para inmobiliarias, pudiera parecer demasiado específico y el trabajo demasiado especializado. ¿Este fotógrafo no toma imágenes de pisos o inmuebles para alquilar por encargo de un particular?, pensará más de uno al leerlo. Depende.
No me gusta generalizar, y estoy abierto a trabajar para todo el mundo en cualquier ámbito, ya sean empresas o particulares. Lo que no estoy dispuesto es a hacerlo para alguien que de entrada no sabe valorar el trabajo de un fotógrafo profesional. Puede sonar extraño pero es demasiado frecuente.
El caso más sangrante me ocurrió hace unos años cuando una joven (al menos lo parecía por su voz), al llamarme para solicitarme presupuesto, empezó diciéndome:
“Quería saber cuánto cobraría por unas fotos de un apartamento de mi madre, porque he hecho unas con mi cámara y no me han salido bien. Debe ser que no sé utilizarla”. Ese comienzo presagiaba que no nos íbamos a entender. Por mucho que yo lo intentara y pusiera todo por mi parte. Bueno, aun así le di precio. Muy razonable. Posiblemente demasiado razonable dado lo barato que era para un trabajo de un fotógrafo profesional y no de un amiguete. Evidentemente le pareció carísimo. “Pues vaya, cuánto cobra éste por apretar un botón”, debió de pensar.
Es muy probable que el ofrecerte a hacer fotografía para inmobiliarias espante a particulares que busquen fotógrafo para anunciar sus apartamentos familiares con imágenes que atraigan a posibles inquilinos o compradores, pero también se da el caso de que si a un particular le gustan las imágenes que ha visto de un inmueble, consulte a quien firma la fotografía. Preguntar no le compromete a nada.
A quienes valoran tu trabajo merece la pena entretenerte explicándoles que una fotografía como la que encabeza el artículo está hecha a una hora en que la luz natural entra en la habitación y queda patente en la imagen que no es un truco ni está iluminada artificialmente. Que para conseguir ese resultado además utilicé dos flashes de estudio colocados en lugares en los que no se vieran y aportaran la luz de relleno para que el resultado final fuera el que percibe el ojo humano, por lo que hay que calcular la intensidad de destello adecuada. Aparte del trabajo de edición posterior…
Una vez que se lo explicas a quien está dispuesto a escuchar, no le parece disparatado que el artículo se titule fotografía para inmobiliarias. Y hasta te contrata.