Un buen fotógrafo de boda es el que hace lo que se espera de él. Es decir: lo que los novios quieren. Por eso, siempre me gusta hablar tranquilamente con la pareja que se va a casar para saber cómo son, qué gustos tienen, qué esperan del fotógrafo que elijan para inmortalizar el día de su boda.
Quedo con ellos en mi oficina o donde ellos prefieran y les enseño mis muestrarios de álbumes de los distintos tipos de reportajes de boda que he hecho a lo largo de los años.
Porque no todas las parejas de novios son iguales ni tienen los mismos gustos. Algunos quieren únicamente todas las fotografías retocadas en una memoria USB para poder hacer ellos las copias, otros además quieren un álbum (tradicional o digital); y hay a quienes les gustan que todas las fotografías sean en color mientras que otros desean que también les entregue alguna copia en blanco y negro u otra colorimetría; los hay de gustos más clásicos y de más modernos.
Ahí empieza el trabajo de un buen fotógrafo de boda: en descubrir el fondo y la forma que ha de tener su reportaje de boda para entregarles el producto que desean, aunque no sean conscientes de ello o no lo sepan explicar con palabras. Una distendida conversación sirve para hacerme una idea bastante exacta. Sus comentarios sobre las imágenes que van revisando me ayudan mucho, aparte de las preguntas que van surgiendo entre el visionado de los distintos tipos de álbumes.
Les dejo verlos tranquilamente, porque prefiero que se tomen su tiempo en apreciar cada fotografía, algo que me da nuevas pistas sobre sus gustos.
A veces tengo que darles tiempo a vencer la desconfianza que puedan tener porque soy un fotógrafo de bodas barato. Únicamente una detenida contemplación de mi trabajo les puede convencer de que, aparte de un fotógrafo profesional, soy un buen fotógrafo de boda.
Tampoco me apresuro a cerrar la contratación inmediatamente después de haberles mostrado los álbumes, porque comprendo que para tomar una decisión tan importante tienen que estar seguros y haber contemplado el trabajo de varios fotógrafos profesionales. Siempre aguardo a que pasen los días necesarios para que los novios estén totalmente convencidos y hayan madurado su decisión.
En eso también consiste ser un buen fotógrafo de boda.
