A menudo empleo mi tiempo como fotógrafo de rock, generalmente en Madrid, aunque en determinadas ocasiones me desplazo a cubrir algún concierto como fotógrafo fuera de la Comunidad de Madrid.
En estos casos se añade la dificultad de no conocer las salas, auditorios o pabellones donde se celebran los conciertos, lo que no deja de ser un reto, un aliciente más para salir airoso del trance. En Madrid, sin embargo, conozco la mayoría de las salas de conciertos pues colaboro con varios medios para los que a menudo cubro conciertos de rock desde hace unos cuantos años.
Cada fotógrafo de rock tiene sus preferencias de equipo, marca, objetivos y accesorios con los que se siente más a gusto y seguro para capturar las instantáneas que se le puedan presentar en un concierto. Particularmente, aunque cuando utilizaba cámaras fotográficas de fotografía química las marcas que utilizaba eran Nikon o bien Contax –dependiendo del tipo de fotografía que hiciera- , desde hace unos cuantos años vengo utilizando exclusivamente cámaras Canon que me aseguran todo lo que busco de una cámara fotográfica.
No me complico demasiado la vida; generalmente busco lo práctico. De este modo, para conciertos en salas únicamente utilizo un cuerpo de cámara con un objetivo que abarque todas las distancias focales que necesitaré para cubrir las necesidades con las que me encontraré. En general suele ser un 24-105 mm.
Sin embargo, cuando el reportaje fotográfico lo tengo que hacer en pabellones, plazas de toros o grandes superficies utilizo dos cuerpos de cámara, uno con el objetivo citado anteriormente, y otro con un teleobjetivo zoom que va desde una focal de aproximación corta (70 mm) hasta los 300 mm, con lo que tengo cubiertas prácticamente todas las distancias focales necesarias sin tener que andar cambiando de objetivo en ningún cuerpo. Esto último es algo que le viene muy bien a un fotógrafo de rock cuando tan sólo dispone de dos o tres canciones para capturar todas las imágenes del grupo que actúa. En estos casos no conviene desperdiciar ni un segundo cambiando objetivos.
Si vas a hacer fotografías de un grupo muy numeroso o el escenario es muy ancho, el primer zoom se puede sustituir por un 15-85 mm, con lo que te aseguras tener cubiertas todas las distancias focales y que quepan todos los músicos en el encuadre.