La muestra comienza por sus retratos a los artistas, intelectuales y todas las modernidades de principios del siglo XX (de James Joyce a Jean Cocteau, pasando por la mecenas Peggy Guggenheim) posaron delante de su objetivo; influida, en cuanto a la actitud ante el acto de retratar en estudio, por Man Ray -del que fuera ayudante en París consigue excepcionales reflejos de las personalidades de los retratados.
La carrera fotográfica de Berenice Abbott se desarrolló en sus primeros años entre Nueva York y París, una vez que decidió no ser “una mujer de su época” abocada a casarse y sí desarrollar la vocación creadora que llevaba dentro.
También se pueden contemplar en esta exposición de Berenice Abbott unas cuantas fotografías de la transformación de Nueva York hacia la modernidad, que incluye imágenes de los modernos rascacielos –ya construidos o en construcción (como el Rockefeller Center)- como de las antiguas y depauperadas edificaciones de la ciudad; así como de algún barrio de chabolas, además de estampas de sus calles y comercios con sus ciudadanos.
En este periodo influiría mucho la obra y concepción Eugène Atget, fotógrafo francés del que Berenice Abbott compraría su obra tras su fallecimiento y se dedicaría a positivar algunas de sus fotografías a dar a conocer su legado, algo que acometería pese a no haber dispuesto en ningún momento de sus comienzos de desahogados recursos financieros. De hecho, para poder dedicarse inicialmente a sus proyectos fotográficos trabajó en los oficios más dispares, muy alejados del mundo fotográfico.
Se pueden contemplar algunas de las fotografías de Eugène Atget procesadas por Berenice Abbott en esta muestra de PhotoEspaña 2019.
Finalmente, en esta exposición de Berenice Abbott se pueden observar unas cuantas fotografías de ejemplo de la labor de fotógrafa de ciencia a la que se dedicó a partir de 1940. Campo al que es poco habitual que se dediquen los grandes fotógrafos.
