Estampas de Madrid (0074)
La fotografía de fiestas populares abarca varias categorías dentro de los reportajes fotográficos. Así, este trabajo puede consistir en hacer reportajes de deportes, de conciertos, de obras teatrales, de concursos populares, de actos sociales… O de todo a la vez. Dependerá del tamaño de la ciudad que organice las fiestas y de la cantidad de días y de actividades que haya, por lo que un fotógrafo de fiestas populares debe saber desenvolverse con soltura en reportajes de los tipos anteriormente citados.
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Por ejemplo, la fotografía que encabeza este artículo corresponde a un concierto de las fiestas de San Isidro en la plaza Mayor de Madrid, muy populares. En estas fiestas hay actos de todo tipo, desde conciertos de música clásica a otros de rock, de chotis, pasando por verbenas, juegos y concursos, pasacalles de Gigantes y Cabezudos, ceremonias religiosas…
Por lo que un fotógrafo que vaya a cubrir este tipo de reportajes, además de saber desenvolverse en esas actividades, ha de tener un equipo suficientemente versátil para no verse sorprendido por ninguna necesidad que el equipo fotográfico del que disponga no pueda cubrir.
Lo recomendable, aparte de llevar varios tipos de objetivos que cubran todas las distancias focales que nos aseguren llegar a cada rincón donde se desarrollen las actividades, es que disponga de dos cuerpos de cámara para llevar desde el principio dos tipos de objetivo ya montados y dispuestos para disparar una vez que se cuelgue las cámaras. Cámaras fotográficas que han de ser si no de la misma marca y modelo, por lo menos que se puedan montar y sean compatibles los distintos objetivos de los que el fotógrafo disponga. Que sean objetivos zoom, aunque se pierda algo de apertura de diafragma, facilita bastante el llegar a cubrir el mayor número posible de distancias focales.
Accesorios imprescindibles
Otro accesorio necesario para un fotógrafo de fiestas populares es el flash, ya que se encontrará en situaciones en las que la iluminación sea escasa y no quede otro remedio que utilizarlo.
Aparte del equipo anteriormente expuesto, el fotógrafo ha de tener otra herramienta siempre a punto: la simpatía. Durante los reportajes ha de tratar a muchas personas y moverse entre ellas, muchas veces molestando aunque no quiera. Una sonrisa a tiempo ayuda a abrir muchas puertas y evitar problemas.
Si no se tiene simpatía, esta herramienta también se pude adquirir con la práctica o, en el peor de los casos, se pude echar mano de la amabilidad y la buena educación.