Estampas de Madrid (0072)
Hace un año cerró el Palentino, un popular bar de la calle del Pez número 8 de Madrid. Era un bar muy concurrido, tanto por sus precios populares -pese a encontrarse en Malasaña, un barrio en el que el poder adquisitivo de sus vecinos ha ido aumentando en los últimos años-, como porque su clientela estaba formada por personas de distintos estratos sociales: de amas de casa a directores de cine, de hipsters a indigentes, pasando por ejecutivos, fotógrafos profesionales, estudiantes universitarios madrileños… Todo el mundo era aceptado allí, y nadie se sentía extraño.
Abundando en lo anterior, decir que Alex de la Iglesia, el conocido director de cine, solía frecuentarlo y, además, rodó allí su película “El Bar”.
También era frecuente encontrar a diario a algún fotógrafo madrileño tomando instantáneas tanto del exterior como del interior.
Desde 1977 fue regentado por Casto Herrezuelo y su cuñada Loli, también propietarios del local. Casto murió en febrero de 2018, y sus herederos y su cuñada vendieron el local a un fondo de inversión.
Narciso Bermejo y Martín Presumido, ambos con reconocida experiencia en el mundo de la restauración, se han hecho cargo del local con el fin de mantener en lo posible su espíritu y salvarlo de caer en manos de una gran cadena de restauración impersonal que se habría hecho con el alquiler del local si ellos no se hubieran adelantado. Pagan la nada despreciable cantidad de 10. 285 euros de alquiler mensual.
Han tenido que remodelarlo por completo, tanto por cuestiones de normativa vigente como porque la mayor parte de la decoración quedó inservible después de desmontarla para realizar la reforma.
Planes de futuro
Van a mantener durante ocho horas (los martes y los jueves por la tarde, en las que, por ejemplo, las cañas valdrán 1,10 euros y los pepitos de ternera a dos euros) los precios que había en el Palentino hasta la muerte de Casto.
Además habrá nuevas propuestas gastronómicas acordes con los tiempos que corren.
Las paredes del nuevo Palentino están decoradas por algunas de las fotografías que Jonás Bel, fotógrafo madrileño, tomó de la clientela durante 2005.
Hablo en presente porque el Palentino volvió a abrir sus puertas ayer, día 14 de marzo de 2019. Hemos recuperado una estampa clásica de Madrid.