Estampas de Madrid (0063)
Cada fotógrafo tiene unos mecanismos propios que le llevan a tomar una imagen. Y estos son distintos ya se trate de un reportaje fotográfico concertado de antemano o de un paseo por Madrid cámara en mano en busca de situaciones fotográficas.
En el segundo caso hay distintos motivos que me llevan a disparar mi cámara. Generalmente no suelo buscar nada de antemano, sino que una situación concreta es la que hace activar mi visión fotográfica y me dice que allí hay una imagen que un fotógrafo no debería dejar pasar.
La fotografía que encabeza este artículo surgió mientras caminaba por la plaza de Oriente de Madrid. Lo extraño es que no hubiera ningún otro fotógrafo madrileño captando esta instantánea, ni siquiera los padres de las niñas que intentan atrapar las pompas de jabón.
Luego, una vez hecha, se te ocurre que esa situación podría ser como una metáfora de la vida: cada pompa de jabón sería una ilusión, un sueño, una esperanza que tratamos de conseguir con ahínco. Algunas pasan delante de ti sin poder conseguirlas, sin hacerlas tuyas. Sobre todo cuando eres niño, porque no te ha dado tiempo de planificar cómo conseguirlo.
Otras veces, a más largo plazo y una vez planificada la estrategia, consigues atrapar la meta que te habías propuesto.
Lo malo es que, una vez que la consigues, se destruye la magia; se pierde la ilusión por conseguirla. Y tienes que volver a buscar otro sueño, otra meta, otra ilusión que atrapar.
Una fotografía tiene muchas lecturas posibles. Está bien que un fotógrafo profesional madrileño cavile y elucubre una vez tomada una imagen y busque significados poéticos. Otra cosa bien distinta es que parta o desarrolle planteamientos con que epatar a quienes muestra sus fotografías.
La vida a menudo es un juego muy divertido.