Los reportajes de conciertos de rock tienen sus características que los distinguen de los demás reportajes fotográficos, incluso de los de cualquier otro concierto de música. En un concierto de rock nunca sabes lo que puede suceder a continuación, por lo que siempre hay que estar preparado para la situación imprevista que puede darte la mejor fotografía del reportaje. Si no estás al tanto, la situación desaparecerá sin que tú la hayas capturado; y no volverá a presentarse.
La fotografía que encabeza este artículo la hice en uno de los conciertos de las Fiestas de la Karmela de Puente de Vallecas. Son unas fiestas populares en las que suele haber actuaciones de buenas bandas y suelen estar frecuentadas por bastantes fotógrafos de Madrid.
El grupo que aparece en la fotografía es Yo No Las Conozco, formado casi totalmente por mujeres. Hasta unos minutos antes del instante capturado había estado haciendo fotografías que podría haber conseguido en cualquier otro concierto de ellas: actitudes rockeras, buenas poses, caras de estar disfrutando con la música que tocaban… Pero la aparición de la niña con el globo hizo dar un salto cualitativo a la situación: ahí había un instante genuinamente fotográfico. Estos son los imprevistos que enriquecen los reportajes de conciertos de rock.
Atraída por lo que estaba escuchando, la niña se acercó ensimismada al escenario para presenciar más de cerca a la banda de chicas que tocaba una música que hacía bailar a la gran cantidad de gente allí reunida. ¿Le entrarían ganas de imitarlas el día de mañana? ¿A raíz de ese concierto habrá nacido el germen de otra banda rockera de mujeres del futuro? Ojalá.
También en salas
Aquí hay otro ejemplo de que una de las cosas a las que debe prestar atención un fotógrafo que se dedique a los reportajes de conciertos de rock es al público. Las caras de los asistentes la mayoría de las veces son muy expresivas de lo que están sintiendo al escuchar la música. La posibilidad de hacer fotografías en las que se aprecien tanto a los músicos como al público aumenta en las salas pequeñas.
La fotografía de arriba es de una actuación de Sidecars, y la tomé en la ya desaparecida sala Ego Live de Alcalá de Henares, en la que solíamos coincidir más de un fotógrafo profesional de Madrid. Creo que la imagen habla por sí sola.