Estampas de Madrid (0050)
¿Podemos considerar las fiestas populares como eventos? Indudablemente sí. Por lo tanto, un fotógrafo de fiestas populares se puede considerar un fotógrafo de eventos. Dichas fiestas son la mayor expresión de las costumbres y la cultura de un pueblo, en muchos casos fruto de años de celebración de tradiciones.
No es nada fácil hacer un buen reportaje fotográfico de determinadas fiestas populares.
Me voy a centrar en Madrid, que es el entorno en el que suelo moverme, pero podría ser extensivo a cualquier provincia, comunidad o país del mundo. Además, en el caso de hoy hablaremos del reportaje fotográfico de una tradición popular en Madrid que tiene gran arraigo pese a no ser de muy longeva implantación. Me refiero a la Batalla Naval de Vallecas.
Es una celebración que tiene lugar durante las fiestas en honor de la Virgen del Carmen, en julio, pero no es religiosa sino pagana y de puro divertimento. Y se celebra en la calle.
Los eventos que transcurren en locales o recintos cerrados suelen ser más fáciles de cubrir por cualquier fotógrafo de eventos o reportero gráfico.
En el enlace anterior se puede ver una galería de reportajes fotográficos tradicionales, congresos o conmemoraciones en los que casi todas las circunstancias que van a suceder están más o menos bajo control y no exigen ninguna pericia extra en el manejo de la cámara fotográfica o los imprevistos que pueden surgir.
En la Batalla Naval de Puente de Vallecas, además de transcurrir en la calle y de ser de multitudinario seguimiento, hay una circunstancia añadida que pone en peligro tanto la toma de fotografías como el equipo fotográfico mismo: el agua.
Tanto los habitantes del distrito como todos los visitantes que ese día se acercan al barrio de San Diego, exactamente al bulevar de Peña Gorbea, muy cerca del mercado municipal de Puente de Vallecas, van armados con pistolas, tanques, cubos y todo recipiente cuyo agua que contenga pueda ser arrojada a cualquier persona con la ropa seca, o no, con la que los participantes se crucen. Es más, desde los balcones también se lanzan cubos y baldes de agua a los viandantes.
El acto empieza en dicho bulevar, desde el que el pregonero (este año fue César Strawberry, cantante y líder de Def Con Dos) aboga por la causa que corresponda en cada edición –en este caso fue la derogación de la llamada Ley Mordaza -desde el galeón de la Cofradía Marinera de Vallecas. Mientras esto ocurre, todas las personas que abarrotan la calle no dejan de lanzarse agua unas a otras, sin importar edad, sexo y tamaño.
No hace falta explicar demasiado las dificultades que puede llegar a tener el fotógrafo de eventos que quiera capturar instantáneas de lo que allí ocurre. Muchas veces el hecho de ir con una cámara fotográfica incita aún más a los participantes a intentar mojar al intrépido reportero de la fiesta popular, quien debe ideárselas para lograr que el agua no llegue a tomar contacto con el equipo fotográfico.
Una vez leído el manifiesto por el pregonero, el galeón avanzará hasta el recinto ferial, situado en la calle Payaso Fofó, continuando la batalla de agua sin tregua por todas las calles por las que avanza la cada vez más numerosa comitiva.
Por si algún participante se queda sin agua, el ayuntamiento habilita varios camiones cisterna que recargan las necesidades de los participantes. Ni que decir tiene que una buena instantánea captada por el fotógrafo de eventos recompensa todo lo padecido por él hasta ese momento.
Si no has estado nunca en la Batalla Naval de Vallecas deberías probarlo el año que viene. Si vas con la intención de hacer un reportaje fotográfico de una de las fiestas populares más singulares de la ciudad de Madrid, tanto mejor. En este caso te recomendaría que extremaras las precauciones para proteger tu equipo fotográfico tanto como si fueras un fotógrafo profesional de eventos. O, por lo menos, que lo intentes.
