Canon ha retirado del mercado la última de las cámaras con carrete que todavía se podía comprar en las tiendas. El mercado de fotografía digital se ha comido definitivamente a su antepasado: la fotografía de película de revelado químico. Y eso que todavía hay unos cuantos fotógrafos profesionales, e incluso aficionados, que siguen utilizándolas pese al mayor coste del proceso de revelado químico; bien sea porque aprecian más su acabado o por un deseo de probar lo que los más jóvenes no habían conocido, como también sucede en el mundo de la música con los discos de vinilo frente al hoy en día mayoritariamente extendido CD.
La decisión de Canon pone fin a ochenta años de la firma vendiendo cámaras con carrete; es decir, con película.
El último modelo de cámara de película de marca Canon fue la EOS 1V, que salió al mercado en 2000. Sin embargo, lleva sin fabricarse desde 2010, lo que da una idea de las ínfimas ventas de este tipo de cámaras en los últimos años.
Aún quedan a la venta cámaras con carrete de otra firma, Nikon, eterna competencia de Canon, que se puede conseguir en las tiendas pero todo apunta a que no le queda mucho tiempo de vida a la venta de este tipo de cámaras. ¿Y a la fotografía llamada analógica o química?
Mientras sigan existiendo cámaras con carrete antiguas en buen estado para su funcionamiento es muy probable. Siempre y cuando en las tiendas sigan vendiendo películas y siga existiendo la posibilidad de revelarlas, bien en las tiendas que los venden, en laboratorios profesionales o lo pueda hacer el propio fotógrafo profesional en su estudio o laboratorio particular.
Para ello se necesitará que se sigan fabricando y poniendo a la venta los productos químicos para realizar revelados fotográficos.
Veremos por cuánto tiempo…